La distribución suele afectar a las superficies de flexión, en particular a las fosas antecubitales (parte interna del codo) y a las fosas poplíteas (parte interna de la rodilla), y a la cara y el cuello.
Placas liquenificadas hipopigmentadas en la parte interna de los brazos.
Eccema de flexión con liquenificación prominente, fisuras y erosiones superficiales.
Placas eritematosas periorbitarias con escamas blancas.
Placas eritematosas liquenificadas en cuello y tórax.
Eccema de pies y extremidades inferiores con liquenificación y fisuras dispersas.
Placas liquenificadas hiper e hipopigmentadas en manos y muñecas.